Ponencia de Acción Sindical (2025)

Presentación

1. Celebramos este 4º Congreso con un retraso de varios meses sobre la fecha prevista -septiembre de 2024-, aunque motivada dicha demora por la acumulación de tareas y siempre contando con la aprobación de los órganos competentes. Y esto en el fondo, no es más que la expresión de que el sindicato está muy vivo e inmerso en multitud de cometidos y con varios frentes abiertos.

2. El lema de nuestro 4º Congreso resume muy bien el objetivo central que nos proponemos: la construcción del sindicato en el marco de la construcción nacional de Andalucía con el pueblo trabajador andaluz como sujeto político. Construir el SAT como parte y actor principal del movimiento de liberación nacional y social de Andalucía, organizando a nuevas capas de trabajadores y trabajadoras en la lucha del sindicalismo a pie de tajo.

3. Esta ponencia aborda en un sólo documento tres partes importantes del Congreso: la ponencia de acción sindical, donde se realiza un análisis del cuadro general del mundo y Andalucía, extrayendo las tareas para el próximo período; la ponencia organizativa, donde se establecen las prioridades en lo interno y finalmente, los estatutos. No se trata de una ponencia extensa. Hemos querido señalar los aspectos más importantes de forma concisa y no totalmente acabada. Como documento vivo tiene que ser enriquecido con las aportaciones de la militancia.

4. El SAT como sindicato sociopolítico, como parte de un proyecto mayor y más ambicioso, que aborda tareas de superación del sistema capitalista, de emancipación de la clase trabajadora y de liberación nacional de Andalucía, tiene el deber ahora de establecer un debate asambleario que trascienda de los marcos organizativos del sindicato y alcance a todo el activismo social comprometido en dichas tareas. Un debate colectivo que concluirá el 16 de marzo, en Marinaleda, donde saldrán elegidas las personas del nuevo equipo de dirección. Por tanto, es el momento del debate sincero, autocrítico, abierto y compañero que nos arme política y sindicalmente para el futuro venidero.

Cuadro general: mundo y estado

5. El contexto en el que se celebra este 4º Congreso ha cambiado mucho respecto al anterior, que lo celebramos en un escenario de crisis mundial provocada por la epidemia del Covid19, que afectó a 2000 millones de personas en todo el planeta y ocasionó entre 20 y 35 millones de víctimas mortales. Entonces un tercio de la población mundial fue confinada en sus casas y los severos efectos socioeconómicos no se hicieron esperar, con un alcance que superó la gran depresión de los años 30 del siglo pasado.

6. Hoy, superada ya aquella amplia crisis, asistimos a un proceso donde las principales potencias pugnan por la supremacía económica, política y militar en el mundo. Un conflicto que se expresa en diversas manifestaciones, desde la contienda abierta -caso de Ucrania, la agresión sionista contra el pueblo palestino, Líbano o la toma del poder político por los «rebeldes» sirios-, la guerra comercial -imposición de aranceles entre EEUU y China-, o las amenazas y roces diplomáticos, caso del canal de Panamá y Groenlandia. Esta situación de inestabilidad en el marco global condiciona no sólo las relaciones internacionales sino también las políticas internas, al presionarse a los diferentes gobiernos de turno a que aumenten el gasto militar, lo que obviamente viene a significar nuevos recortes en el salario indirecto, el gasto social y los servicios públicos.

7. Además, estamos viendo como se expande el auge de la ultraderecha en todo el mundo. En Argentina, con un Milei que anula el gasto social y está entregando el país a las multinacionales bajo un servilismo adulador a Trump. Una vieja Europa donde los fantasmas de la xenofobia y el racismo amenazan la convivencia democrática, mientras que se prima el gasto militar y el desmantelamiento de la sanidad pública. Los valores inspirados en el individualismo, el odio a la diversidad, el conservadurismo social, van penetrando en la sociedad vía bulos y fake news, contagiando a la población con el objetivo de que el penúltimo se enfrente al último, dividiendo al pueblo y bloqueando la acción autoorganizada de la clase trabajadora.

8. En el marco estatal, la derecha y la ultraderecha, a veces son indistinguibles en la campaña de acoso y derribo del llamado ‘gobierno de progreso’. La ofensiva reaccionaria en el Estado español es parte de la ofensiva antidemocrática global, aunque tiene particularidades evidentes. Por ejemplo, estamos asistiendo a una verdadera revuelta judicial contra el gobierno central, un levantamiento del aparato del estado contra el poder político emanado de las urnas. El ‘partido judicial’ que antes atacaba a la izquierda abertzale o a Podemos, enmascarado en investigaciones policiales claramente corruptas, ahora ha desatado una auténtica guerra abierta contra el gobierno desde ciertos tribunales que controla la judicatura ultraconservadora. Han impedido la aplicación total de la amnistía aprobada por el Legislativo, han encausado a Begoña Gómez, la esposa del presidente del gobierno, y al Fiscal General del Estado, mediante investigaciones prospectivas contrarias a derecho, jugando un evidente rol de desestabilización antidemocrática para burlar la voluntad popular y secuestrar la democracia. Como siempre hemos dicho, la democracia es el resultado de la correlación de fuerzas. A la derecha económica, política, judicial y mediática le sobra la democracia cuando un gobierno no obedece exactamente sus designios.

9. Esta presión de la derecha extrema sobre el gobierno actual no coloca necesariamente al mismo en el lado bueno de la ecuación. La política de este gobierno ha sido cobarde en muchos aspectos. Ha permitido, por ejemplo, el atraque continúo de barcos de transporte norteamericanos que recalaban en puertos andaluces cargados de armamento y munición con destino a la entidad sionista de Israel. Ha seguido adelante con los contratos de armamento y ha vendido armas y munición directamente a Israel, como la prensa y el movimiento de solidaridad con Palestina ha denunciado. Ha sido incapaz de usar la mayoría parlamentaria de la que gozaba para cambiar las reglas del juego de la elección de los jueces, siguiendo el camino lleno de minas del pacto bilateral con el PP en la renovación del CGPJ. El gobierno español ha seguido enviando tropas a Europa oriental para reforzar el dispositivo de la OTAN contra Rusia. De hecho, el reino de España lidera el contingente europeo en Letonia. Por tanto, pese a las continuas y vacuas declaraciones, los hechos apuntan a un reforzamiento del vasallaje hacia EEUU y a una apuesta decidida por el belicismo, con un aumento del gasto militar real por encima del 2% del PIB, como algunos economistas críticos han denunciado.

Andalucía contra el neoliberalismo

10. Este cuadro de la estructura productiva de Andalucía viene a visibilizar el proceso de desindustrialización de Andalucía. En 1980, la industria representaba el 20% del PIB andaluz. El ingreso del Estado español en la UE significó una brutal reconversión industrial que significó el cierre de empresas importantes en Andalucía tanto en el sector textil (Hytasa e Intelhorce) como en el sector naval (Astilleros de Sevilla), entre otros. Andalucía representa el 17,8% de la población del conjunto del estado, sin embargo el peso económico de la Comunidad es tan sólo el 13,4% del PIB estatal. Esto significa que Andalucía, al igual que cuando se aprobó el Estatuto de Carmona, en 1981, está a 25 puntos de distancia de la media del conjunto del estado. Es decir, que el régimen autonómico ha sido incapaz de reducir la brecha histórica de desigualdad que nos separa. Los 37 años del régimen clientelar del PSOE de Andalucía, unidos a los seis años del PP de Moreno Bonilla, no han acercado ni un miserable punto la convergencia con el conjunto del estado. Por ejemplo, en el año 2000, Andalucía estaba en el 74,2% de la riqueza del conjunto del estado, Galicia estaba en el 77,6% y Extremadura en el 63,5%. En 2023, Andalucía seguía en el 75%, es decir, prácticamente igual que un cuarto de siglo antes, mientras que Galicia alcanzó el 92,5%, ganando 15 puntos de convergencia y Extremadura llegó al 76,2%, consiguiendo cerca de 13 puntos de convergencia.

11. La brecha en la convergencia tiene causas estructurales que tienen su origen en un modelo económico dependiente que está pensado para la satisfacción de necesidades exógenas, pero también en las políticas que se desarrollan desde la Junta de Andalucía. La economía andaluza no está orientada para Andalucía, sino para el exterior. La riqueza de Andalucía no se queda en Andalucía, la mayoría de las inversiones tienen una tasa de retorno que no se queda en nuestra tierra. Por ejemplo, el monocultivo del turismo depredador, que representa el 13% del PIB andaluz, está basado en una sobreexplotación de la mano de obra (kellys), con bajos salarios, sobrecarga de trabajo, ritmos insufribles y agotadores. Grandes tour-operadores y cadenas hoteleras no andaluzas se llevan la parte del león de la plusvalía que produce el sector. La riqueza que genera nuestro magnifico clima y naturaleza, nuestra cultura y patrimonio arqueológico, es expropiada por grandes emporios turísticos, que no contribuyen, en absoluto, a remediar los males que también produce este modelo de turismo: encarecimiento de la vivienda, gentrificación, expulsión de la población nativa, gasto público en limpieza y seguridad, etc. En definitiva, un modelo extractivo propio de territorios dependientes y colonias internas.

12. Pasa lo mismo con la energía, donde el medio rural está siendo desvertebrado con la instalación de plantas fotovoltaicas que están cambiando el paisaje rural y desmembrando la estructura productiva del campo andaluz. La mitad de las inversiones de estos megaproyectos proceden de empresas o fondos de inversión extranjeros, que destruyen la economía agrícola y el empleo local y no generan riqueza en el territorio, siendo el objetivo comercial no la cobertura de las necesidades energéticas del territorio sino la venta de la energía producida en los mercados energéticos, donde se produce una especulación que perjudica al bolsillo de los hogares consumidores nativos. Como plantea el movimiento ecologista: «Renovables sí, pero no así».

13. Las políticas de los gobiernos de turno contribuyen a la consolidación de la dependencia. Las políticas del PP de Moreno Bonilla, que se presenta sonriente y moderado, no se diferencian sustancialmente de las emprendidas por Ayuso en la Comunidad de Madrid. En la esfera fiscal, Bonilla ha aliviado la presión impositiva a las grandes fortunas andaluzas, lo que ha supuesto una reducción de mil millones de euros para las arcas públicas. Con ese dinero se podría contratar 20.000 sanitarios para paliar los déficits existentes en las listas de espera de la sanidad que ya superan al millón de andaluces y andaluzas, el 12% de la población.

14. Los servicios públicos están siendo desmantelados paulatinamente recortando las inversiones públicas y derivando hacia el sector privado buena parte del gasto público para enriquecer más a las empresas. Este capitalismo de amiguetes que pone en práctica el PP de Moreno Bonilla sigue la lógica extractivista de sacar recursos fuera de Andalucía, pues gran parte de las empresas beneficiadas no tienen sede social en Andalucía. Es el caso, por ejemplo, de la mina de Aznalcóllar, cuya propietaria Minera Los Frailes, está participada de manera mayoritaria por la multinacional Minorbis-Grupo México, culpable del mayor desastre medio ambiental en México. La concesión para explotar la mina de Aznalcóllar fue otorgada por el anterior gobierno del PSOE, liderado por Susana Díaz. Cómo vemos, existe una continuidad en las mismas políticas que perjudican a nuestro pueblo en beneficio de empresas y multinacionales extranjeras, bajo esa lógica extractivista que les une.

15. En la sanidad, uno de los emblemas de nuestra autonomía, el gobierno andaluz dedica el gasto por habitante más bajo de todo el Estado español: 1.533 € por habitante, frente a la media estatal que es de 1.769 € por habitante. Y muy alejado de la CAV, donde el gasto es el más alto con 2.142 € por habitante. Mientras que la sanidad pública está siendo destrozada, el presupuesto que destina la Junta a la asistencia sanitaria con medios ajenos, es decir, empresas privadas que prestan servicios médicos y hospitalarios a la sanidad pública aumentó un 38% entre 2018 y 2024. El año pasado, la Junta destinó 580 millones de euros a pagar conciertos con la sanidad privada. El 40% de toda la actividad de la sanidad pública está ahora en manos de la privada. En Andalucía ya tenemos casi el doble de hospitales privados (59) que públicos (34), aunque estos últimos tienen el 75% de las camas hospitalarias de la Comunidad. Desde 2023, Andalucía figura como el peor sistema sanitario público del Estado español, cuando en 2018 ocupaba un puesto medio en el ránking de las comunidades autónomas. En dependencia, Andalucía es la comunidad que más tarda en resolver los expedientes para otorgar la atención a la dependencia. De hecho, 33 personas dependientes fallecen esperando que se les resuelvan los trámites. Andalucía tarda tres veces más que la media estatal.

16. En educación ocurre la misma dinámica de fortalecimiento de la privada y atropello de la pública. En diez años, la pública ha perdido 90.000 alumnos y alumnas, algo que el PP justifica con el descenso de la natalidad. Sin embargo, eso no explica porque la privada ha subido en el mismo período 10.000 alumnos y alumnas. La natalidad no puede afectar sólo a la educación pública. Desde que gobierna Moreno Bonilla se han suprimido 2402 plazas públicas, las ratios legales no se cumplen, las becas se han recortado, las vacantes de docentes no se cubren y los precios de comedores y actividades extraescolares se han incrementado. Al mismo tiempo, las ayudas a la enseñanza privada han crecido enormemente. La red de la concertada ha crecido desde 2018 un 22,5%, alcanzando más de mil millones de euros de ayudas públicas. A esto se añade la apuesta por la FP privada que ha crecido cinco veces más que la pública y el impulso de Universidades privadas. Cuando el PP llegó al gobierno andaluz sólo había una Universidad privada, ahora existen siete, algunas de ellas financiadas por fondos buitres. Los rectores de las 10 universidades públicas han señalado que las privadas no aportan títulos nuevos a los ya existentes ni suponen valor añadido ni mayor excelencia académica. El desprecio por la educación pública por parte del gobierno de Moreno Bonilla se constato cuando devolvió 119 millones de euros para crear plazas públicas de guardería. Unos fondos que fueron repartidos entre varias comunidades autónomas, incluidas las del PP, que los aceptaron y los invirtieron.

17. Andalucía tiene el nefasto récord de ser la comunidad autónoma con mayor tasa de riesgo de pobreza y exclusión social (37,5%), más de 10 puntos por encima de la media del conjunto del estado. Aparte, la tasa de pobreza infantil alcanza al 46,8%, la más alta de todo el Estado español. Es decir, uno de cada dos niños y niñas de Andalucía viven en la pobreza y son criados con recursos limitados, lo que implica en los casos de pobreza severa déficits en la alimentación y la salud, que van a redundar negativamente en su desarrollo personal de por vida. En desempleo también tenemos distancia respecto a la media estatal. Mientras que el paro en 2024 fue del 15,8%, la media estatal cerró en 10,6%, es decir, que Andalucía se sitúa cinco puntos por encima. El paro se dispara en la juventud andaluza, con tasas del 36% en menores de 25 años.

18. En esta descripción de la situación socio económica de Andalucía es obligatorio tratar el problema de la vivienda, uno de las cuestiones que más preocupan a la ciudadanía. El precio de la vivienda en Andalucía ha subido en los últimos 10 años un 160% en la vivienda nueva y un 135% en la de segunda mano. Además, el aumento de los precios de los alquileres se sitúa cerca del 60%. Estas subidas están muy por encima de los aumentos de la masa salarial. Aparte, fondos buitres y bancos inversores, como es el caso de Blakstone que posee 30.000 viviendas en el Estado español, están comprando viviendas como activos financieros con el objetivo de especular y sacar beneficios. A esto se une que Andalucía apenas ha construido vivienda protegida desde el crack de 2008 y que somos la comunidad donde menos tiempo tarda la vivienda en descalificarse como protegida y ser vivienda de mercado (siete años), mientras que en el resto del Estado español son 10 años de media.

19. Todos estos elementos dibujan un panorama desolador donde, desgraciadamente, aún no se ha resquebrajo ni el régimen ni se ha erosionado seriamente al gobierno de Moreno Bonilla. Sin embargo, hay que señalar que se comienza a vislumbrar movimientos desde abajo con un potencial suficiente de desgaste e impugnación, tanto en el caso de la sanidad como en la cuestión de la vivienda. Existe mucha protesta social en Andalucía que de, momento, no ha representado un desgaste cualitativo para las élites andaluzas ni las instancias de poder que controlan. Y esto se puede deber a tres razones principales: la debilidad de la oposición social y política, el colchón social que supone la buena marcha de la macroeconomía y el control ideológico de los principales medios de comunicación andaluces. Continuando con esto último cabe señalar que se ha producido una evidente reducción del pluralismo político en la RTVA donde la manipulación informativa campa a sus anchas. Las denuncias continuas del Consejo Profesional de la RTVA no deja ningún lugar a dudas sobre el desempeño de los informativos de Canal Sur que vienen a apuntalar la nefasta gestión del gobierno de Moreno Bonilla. En esta tarea se unen los dos grandes grupos comunicativos hegemónicos en Andalucía, Vocento y Joly, que reciben del ejecutivo andaluz numerosas e importantes ayudas económicas.

Líneas de acción sindical

20. La agenda andalucista. El impulso y organización de las manifestaciones unitarias del 4D y del 28F ha sido uno de los quehaceres importantes que hemos mantenido en los últimos años y que es crucial seguir enriqueciendo con la construcción no sólo de un calendario con esas dos relevantes efemérides sino durante todo el año con el posicionamiento transversal del andalucismo en todas las convocatorias y luchas que participemos, así como la organización de actos públicos, talleres de formación, coloquios, etc dirigidos tanto a la población en general como a nuestras secciones sindicales e uniones locales.

21. La agenda feminista. Las mujeres trabajadoras en Andalucía ocupan los empleos más precarios y peor pagados. La media salarial de hombres y mujeres está descompensada. Al año, un hombre cobra de media 4500 euros más que una mujer. Es decir, para equipararse a los hombres una mujer debería trabajar 96 días más al año para ganar lo mismo que recibe de media un trabajador en nuestra tierra. Es necesario desplegar toda nuestra capacidad movilizadora y de denuncia para seguir estrechando la brecha de la desigualdad entre mujeres y hombres. La participación activa en las actividades en torno al 8M y al 25N se debe mejorar en varios aspectos. Los comunicados se deben publicar con la antelación debida para poder trabajarlos en la sociedad y en el movimiento feminista y usarlos, también, en la necesaria tarea de feminizar el sindicato en su interna. No sólo hay que conseguir cortejos que visibilicen la presencia y el compromiso del sindicato sino asumir el feminismo en la acción sindical diaria.

22. Rejuvenecer el sindicato. Apostar por la organización sindical de la juventud trabajadora debe ser un objetivo prioritario del sindicato. No sólo por el potencial rebelde y contestario de la juventud, sino también para agrupar en el proyecto a nuevas capas de militantes que puedan enriquecer cuantitativa y cualitativamente nuestras uniones locales y estructuras territoriales. A pesar de la influencia innegable de la ultraderecha que ahora mismo se detecta en el medio juvenil, a nadie se le escapa que la juventud fue protagonista de la solidaridad con Palestina contra el genocidio, mediante el movimiento de las acampadas universitarias, y, actualmente, es parte importante de la lucha contra la turistificación y por el derecho a la vivienda. Además, importantes sectores juveniles están inmersos en el movimiento contra la degradación medioambiental o el movimiento feminista. Por tanto, nuestro deber es convertirnos en un cauce donde la juventud trabajadora pueda participar y expresar todo su potencial reivindicativo en el sindicato. El principal problema de la juventud trabajadora es la precariedad que tiene una afectación grave al impedir la posibilidad de emancipación y establecimiento de un proyecto de vida fuera de la familia. Sólo 13 de cada 100 jóvenes consiguen emanciparse en Andalucía. A pesar de los sucesivos aumentos del SMI, la precariedad sigue campando a sus anchas. Es necesario recordar que el crecimiento de la masa salarial desde 2015 ha sido de un 17% frente a una subida de los alquileres, en el mismo período, del 58%. Esto viene a traducirse en que una persona joven emancipada en Andalucía dedica una gran parte de su salario a pagar la vivienda. La juventud trabajadora en Andalucía, castigada por la precariedad, cobra un 18% menos que la media del conjunto del estado. Además, sufre un mayor grado de explotación laboral, con incumplimiento de convenios y condiciones laborales abusivas, como se observa en el sector de la hostelería, donde el sindicato ha realizado un enorme trabajo de penetración y consolidación de nuestra alternativa sindical.

23. Defensa del medio ambiente y del mundo rural. La soberanía alimentaria que es una de las grandes banderas del sindicato y de la organización internacional a la que pertenecemos, Vía Campesina, es materialmente imposible sin un medio rural vivo al lado de un medio ambiente sano. La defensa del medio ambiente y del medio rural van de la mano frente a la invasión de los megaproyectos de placas fotovoltaicas que sustituyen los campos arados, sembrados y abonados que dan trabajo y producen alimentos. Andalucía sigue necesitando una reforma agraria que cambie la estructura de propiedad de la tierra y acabe con el latifundismo. El sector primario debe garantizar la función social de la tierra y por tanto, hay que poner fin a la acaparamiento de tierras. La agricultura y ganadería andaluza debe ser la base para generar una industria de transformación de los productos que permita la creación estable de puestos de trabajo, como la experiencia de Marinaleda ha demostrado. Esta agroindustria, respetuosa del medio ambiente, permite que el valor añadido de nuestros productos se quede en Andalucía y repercuta en el avance y el progreso de las comunidades locales. Y nuestro proyecto político y sindical ha demostrado que es posible y que la utopía no es una quimera lejana e inaccesible, sino un horizonte que se alcanza con la lucha constante y la determinación revolucionaria. Poner en valor nuestras conquistas, como por ejemplo Marinaleda, darlas a conocer ampliamente, con objeto de que el pueblo andaluz las considere suyas y las defienda, es una necesidad y una obligación. O ejemplos como el de Somonte, ocupado por el sindicato durante 13 años de resistencia numantina, deben ser también ampliamente divulgados. Cuando el sistema sólo levanta muros de hostilidad, intentando destruir sueños y posibilidades, nuestra respuesta será siempre abrir ventanas de libertad y construir puentes de esperanza.

24. Practicar el internacionalismo y la cooperación con proyectos alternativos. Tejer redes y lazos de unidad y solidaridad con otros proyectos alternativos y cooperativos, no sólo en el ámbito sindical sino también en el plano de iniciativas de base, cooperativas y de apoyo mutuo es una obligación y una necesidad. Juntas nos fortalecemos. Establecer canales de cooperación de nuestras cooperativas y ocupaciones, de forma que aprendamos juntas y nos retroalimentemos mutuamente. Y esto, obviamente, también hay que llevarlo a cabo en el ámbito internacional.

25. Con las personas migrantes. El SAT debe seguir siendo un instrumento válido para la defensa de la clase trabajadora no sólo nativa sino también la que procede de otras latitudes geográficas. La clase trabajadora andaluza no sólo habla andaluz y español, también habla árabe con sus dialectos específicos (marroquí, argelino, etc), francés o wolof. En nuestra clase existe tanto el multilingüismo como el pluriligüismo. El sindicato siempre ha hecho un esfuerzo por ser una herramienta útil poniendo a personas migrantes al frente de la acción sindical dirigida a ese colectivo, abandonando cualquier tentación de paternalismo y apostando por el empoderamiento de los trabajadores y trabajadoras migrantes.

26. Sectores. El SAT tiene que ser cauce sindical de la gente trabajadora honesta y luchadora en cualquier sector. Desde la Administración Pública hasta el campo, de la industria a la hostelería, de los sectores más precarizados a los que gozan de más estabilidad laboral, de los que sufren peores condiciones salariales a los que tienen buenos sueldos. En todos los sectores donde exista militancia sindical del SAT hay que levantar la bandera del sindicalismo a pie de tajo. No podemos retraernos. Esta tiene que ser la etapa del lanzamiento y conquista de nuevos sectores productivos donde una alternativa como la del SAT debe estar presente, organizada y en expansión, apostando por nuestra acción sindical directa, de clase.

27. Secciones y elecciones sindicales. Uno de los retos que tenemos es acceder a los comités de empresa, ampliar la base de delegados y delegadas sindicales, sin perder nuestro estilo de sindicalismo asambleario y de acción directa. No es casualidad que el SAT cuando decide presentarse a unas elecciones sindicales obtenga representación e incluso consiga buenos resultados. Esto es debido a que nuestras secciones sindicales están compuestas por personas luchadoras y comprometidas y la marca que representan, el SAT, es una marca sindical honesta y digna. La persona militante del SAT no se oculta, es una defensora acérrima de los derechos laborales, y además, una persona comprometida en lo social. Muchas veces podemos conectar con una parte de la plantilla por nuestra apuesta andalucista y anticapitalista. Otras veces por apoyar una movilización por la vivienda digna. Y, por supuesto, porque intervenimos en la vida de la empresa desde una inquebrantable defensa de los derechos de las personas trabajadoras. Cualquier medio será válido si lo hacemos con honestidad.

28. Nuestra acción sindical no está basada en la conciliación o el pacto social. Sabemos que los intereses entre el capital y la clase obrera son antagónicos e irreconciliables, por lo que entendemos cada mejora que se arranca a la patronal no como una suspensión de la lucha, sino como un momento de preparación para el siguiente conflicto. Cada momento de «descanso» debe servir para preparar la siguiente reivindicación.

29. Debemos educar a los trabajadores en la reivindicación. Tenemos que ser conscientes del desarrollo de la plantilla. No podemos lanzar a la huelga indefinida a una plantilla que no tiene siquiera un Comité de Empresa. ¿Que victorias se han dado en la empresa? ¿Qué experiencia de combate tenemos?.

30. Hay que ir planteando objetivos en escalada, para, de menos a más, acostumbrar a la plantilla a reivindicaciones y acciones reivindicativas. Generar una dinámica de permanente reivindicación en la empresa ayudará a mantener a la plantilla tensionada, dispuesta para el combate y ayudará a clarificar los intereses contrapuestos entre los trabajadores y el empresario. Esto no quiere decir que vivamos en una huelga permanente, pero sí que utilicemos de manera continuada -aun en ausencia de conflicto abierto- las distintas herramientas con las que contamos en el marco de la acción sindical en las empresas.

31. La unidad y la asamblea son dos elementos fundamentales. La unidad del conjunto de la plantilla, o al menos de la mayoría, es el reflejo del músculo que tenemos en la empresa. La asamblea de trabajadores como órgano de decisión es un exponente de la democracia obrera y sirve precisamente para reforzar la unidad. La plantilla tiene que ser partícipe de lo que se decide, eligiendo las acciones a desarrollar y vinculándose a las mismas.

32. En la acción sindical utilizaremos todos los medios a nuestro alcance en las acciones reivindicativas, desde acciones propagandísticas en formato físico (octavillas, boletines, etc) o digital (redes sociales, mensajería instantánea, correos electrónicos, etc), a acciones directas contra el capitalista, como el boicot o la huelga. Más adelante comentaremos las distintas formas de lucha que podemos poner en práctica.

33. En ocasiones nos encontraremos una falsa dicotomía entre la acción jurídica y la acción sindical. Es frecuente que nos encontremos una sustitución de la acción sindical por la acción jurídica o la estricta identificación de la acción sindical como acción jurídica. Este planteamiento es absolutamente erróneo. La acción jurídica debe ser una herramienta al servicio de la acción sindical y esta debe estar supeditada al principio de lucha-organización.

34. La lucha es una necesidad de todos los días, no solo de momentos de negociación. En la lucha se forman los trabajadores conscientes, los militantes, y se refuerza la organización; se aprende por propia experiencia la necesidad de combatir al empresario y de estar organizado frente a su poder. De manera dialéctica, la lucha bien dirigida permite aumentar el grado de organización de los trabajadores, que a su vez permite afrontar en mejores condiciones las próximas luchas.

35. Debemos entender la lucha siempre desde una perspectiva colectiva. La lucha individual no sirve, salvo para que un trabajador concreto gane prestigio. No es el fin, ni siquiera la mejor manera de ganarse dicho prestigio. Ahora bien, debe entenderse que hay acciones jurídicas, como reclamar salario, que como norma general tiene que hacerse individualmente. Convencer al conjunto de la plantilla para que todos hagan reclamaciones individuales si es una acción colectiva que en un estado embrionario de lucha puede servir para elevar el grado de organización y predisposición al combate de una plantilla.

36. A continuación, expondremos una serie de herramientas que pueden ser útiles en la lucha sindical:

– Las asambleas. Son la reunión de todos los trabajadores de la empresa y sirven para informar de una situación y tomar decisiones en colectivo. La asamblea aglutina a todos los trabajadores con independencia de su puesto de trabajo, ayuda a romper el corporativismo y les hace tomar conciencia de su fuerza a través de la unidad.

Bien dirigidas, las asambleas pueden servir como un elemento de sensibilización activa de los trabajadores, situando abiertamente las contradicciones irresolubles del capitalismo. También son un espacio para el señalamiento y la denuncia de los esquiroles, chivatos y elementos serviles al empresario, a los que poner al desnudo frente a todos los compañeros para desacreditarlos y lograr su repudio colectivo.

Si en nuestro centro existen diversos turnos es conveniente convocar varias asambleas en diferentes horarios (la pausa para comer o el bocadillo, por ejemplo) que permitan la máxima participación de los trabajadores.

– La reunión de sección/asamblea de afiliados. Estas reuniones deben servir para encuadrar a los compañeros afiliados al sindicato en la táctica concreta que queremos llevar adelante -especialmente ante un conflicto o una asamblea importante- y/o para repartir las distintas tareas en el marco de la sección sindical o grupo de trabajadores. También pueden realizarse con objeto de rendir cuentas del trabajo realizado y, muy especialmente, para la elección del orden de la candidatura y los candidatos en las elecciones sindicales. Es bueno incentivar que los compañeros más capaces y destacados asuman distintas responsabilidades, pues esto les permitirá elevarse como dirigentes de su clase y podremos trabajar más de cerca con ellos.

– Boletín periódico. Se utiliza como órgano de expresión de la sección sindical, el comité de empresa o un grupo de trabajadores. Puede ser físico, digital o ambos. Deben escribirse de una forma comprensible para todos los trabajadores y no hablar solo de la situación en la empresa, sino también de otras luchas y problemas generales de la clase, ayudando así a su elevación de conciencia. Se recomienda que se publiquen como mínimo cada mes.

– Hojas informativas. Se trata de comunicaciones cortas dirigidas a los trabajadores ante un problema concreto. Deben editarse siempre que queramos dirigir un mensaje a la plantilla y con celeridad ante cada nuevo suceso (presentar peticiones, inicio de un conflicto, contestación de la empresa, información sobre reuniones con la empresa, una asamblea, una acción, etc). Permiten situar la explicación ante este hecho y los siguientes pasos a dar. Deben exponerse de manera sencilla, sintética y clara. Bien utilizada, esta herramienta permite tensionar a las plantillas en poco tiempo, unificarla bajo unas mismas directrices y dificulta la acción de los elementos afines a la empresa.

– Las redes sociales. Son un canal de comunicación rápido, anónimo y eficaz con los trabajadores. Debe estudiarse que plataformas utilizar en función de los perfiles en la empresa, pues no todas las personas utilizan los mismos (Facebook suele utilizarse por gente de mediana edad, mientras que Instagram o TikTok son más habituales entre gente joven). Deben utilizarse en un doble sentido, tanto para informar a la plantilla como para realizar denuncias externas, visibilizar la lucha fuera del centro de trabajo, apoyar a otros trabajadores en lucha, etc.

– Notas de prensa. Cuando nos encontramos en un conflicto, la visibilidad es fundamental. Informar a los medios de comunicación para salir en periódicos, televisiones y radios permite dar a conocer la lucha y generar costes políticos y sociales a las empresas, que ven dañada su imagen pública.

– Octavillas, panfletos, pegatinas, pancartas, pintadas y carteles. Ante el estallido de un conflicto o determinados momentos de gran agitación en la empresa (un accidente laboral, elecciones sindicales, etc.) debemos utilizar estos elementos de agitación para popularizar una consigna, demanda o lema bajo el que encuadrar a toda la plantilla; además de para visibilizar esto fuera de la empresa. En el caso de la octavilla, debe ser muy breve, sencilla y sintética, abordando únicamente la cuestión que nos atañe, no debiendo descartar la redacción de diferentes octavillas a lo largo de un mismo conflicto si fuese necesario. Es importante no confundir las octavillas con las hojas informativas. La octavilla y otras herramientas de agitación no tienen tanto la misión de analizar un problema, la maniobra de la empresa, la situación del momento, etc; como la de lanzar directamente a los trabajadores a la acción. Presupone que antes se ha informado a la plantilla con eficacia y corresponde a un momento diferente. Mezclar en una hoja ambas cosas reduce la eficacia, ya que la gente necesita haber discutido primero la información para ser capaces de hacer conjuntamente una acción.

– Escritos con reivindicaciones firmados. Supone una de las herramientas de lucha más primarias, pero tiene efectividad en empresas con muy bajo nivel de organización sindical. No hablamos aquí de recogidas de firmas externas a la empresa del tipo Iniciativa Legislativa Popular (ILP) o change.org. Se trata de recoger una serie de demandas concretas en una hoja y entregarlas al empresario, respaldadas por la firma de todos o casi todos los trabajadores de la empresa. El hecho de que todos los trabajadores firmen supone vincularlos a la reivindicación y exponerse a un primer nivel de confrontación con la empresa. En caso de respuesta positiva, tendremos una primera victoria. En caso de respuesta negativa, permite abrir otros escenarios de lucha más combativa, contando ahora con el apoyo mayoritario de la plantilla. Es importante que no se presenten escritos con pocas firmas, pues supondría exponer ante la empresa a estos compañeros y señalarlos como los más reivindicativos frente al empresario. En caso de haber representación sindical, las firmas y las reivindicaciones siempre deben ser presentadas por un representante.

– Concentraciones/sentadas. Supone la convocatoria de una concentración a las puertas de la empresa durante el descanso, comida o cambio de turno para protestar ante una injusticia o exigir las demandas planteadas. Es un primer paso en la acción colectiva que no implica la convocatoria de paro o ausencia del puesto de trabajo y permite cohesionar a la plantilla, mostrar músculo frente a la empresa, reforzar la unidad y que los trabajadores se reconozcan unos a otros en una primera movilización de todos los compañeros, visibilizando que todos están unidos en la reivindicación. Bien organizada la concentración, provocará retrasos en la producción entre idas y venidas, especialmente en recintos grandes donde los trabajadores tardan varios minutos en llegar de la puerta del centro a su puesto de trabajo.

– Bajo rendimiento y no colaboración. Consiste en la negación masiva a cualquier tipo de actividad que no sea la estrictamente vinculada a las funciones del trabajador, la disminución del ritmo de trabajo al mínimo, el cumplimiento a rajatabla de todo protocolo existente (especialmente en materia PRL) y la no realización de horas extra. Esta herramienta es especialmente útil en momentos de mucha producción o en fechas de alta actividad.

– Salidas en manifestación/caravana. Supone organizar una manifestación desde la empresa a un punto cercano -ya sea a pie o en marcha lenta con los vehículos particulares de la plantilla- con motivo del cambio de turno o la salida de los trabajadores y su finalidad principal es visibilizar el conflicto más allá de la empresa. Incluso puede coordinarse entre distintas empresas de una misma zona para que nos acompañen a modo solidario o por ser un conflicto sectorial compartido. Bien organizadas en centros grandes pueden suponer el colapso del polígono y las principales carreteras y calles de la zona, generando un gran impacto social.

– Movilizaciones externas. Se trata de la organización de una manifestación/ concentración en una ubicación distinta a la del centro de trabajo (una plaza concurrida, frente a un ayuntamiento, gobierno regional, el congreso de los diputados o las oficinas centrales de la empresa) y sirve para visibilizar el conflicto y presionar a distintas administraciones públicas para que se posicionen de parte de los trabajadores, ante las que exigiremos unas demandas determinadas.

– Paros parciales. Supone convocatoria de huelga para un único día o unas horas determinadas. Estos paros suelen realizarse de manera previa a una huelga larga. Deben estar bien organizados, habiendo concienciado a la plantilla de la necesidad de secundarlos masivamente y habiendo organizado otras actividades para el momento del paro que impliquen que los obreros dejan de trabajar (concentración en la puerta, culebra, manifestación, etc). Bien organizados, pueden hacer mucho daño sobre las empresas con poco impacto económico para los trabajadores, sabiendo en que momento debe parar cada sección de la empresa para bloquear la producción.

– Huelgas. Supone la herramienta principal de lucha de la clase obrera en condiciones de legalidad. Las huelgas deben prepararse adecuadamente, tanto en términos de moral, como en términos organizativos. La huelga es un instrumento legalizado e implica la convocatoria formal mediante el procedimiento reglado por el Estado (registro de convocatoria y mediación), así como la constitución de un comité de huelga encargado de las negociaciones con la empresa. Durante la huelga debemos cohesionar a los trabajadores con actividades constantes (concentraciones, piquetes, asambleas, manifestaciones, etc.) con el objeto de mantenerlos ocupados y en tensión. Así, también ayudaremos a neutralizar los intentos de la empresa de romper la misma. Aunque las huelgas pueden ser indefinidas y muy largas en el tiempo, conviene, si es posible, evitar este escenario, ya que podría provocar el desgaste de la plantilla y aumentar las posibilidades de que la empresa rompa la unidad y los compañeros más flojos retomen el trabajo.

– Piquetes. Suponen una acción directa durante las huelgas o paros parciales, y están destinados a garantizar por cualquier medio que la voluntad colectiva de la plantilla se impone sobre el individualismo de los esquiroles. Los piquetes deben estar bien organizados y contar con un responsable al frente, encargado de negociar con la policía, un responsable de la organización propia del piquete y algún tipo de soporte jurídico para actuar en caso de represión. Las formas de actuar en un piquete pueden ser muy variadas en su grado de combatividad, pero lo fundamental es saber adecuarlas al punto de conciencia de la mayoría de compañeros para no pecar ni de blandos ni de vanguardistas.

– Campañas de solidaridad. Supone la articulación de acciones de solidaridad desde otras empresas, partidos políticos, entidades sociales, organizaciones populares, etc. Pueden ir desde una mera declaración escrita, una foto o un video de apoyo, hasta movilizaciones propias. Estas Campañas son muy útiles para elevar la moral de los compañeros, pero deben utilizarse sólo en conflictos de calado o cuya duración se prevea extensa, pues de otra manera no dará tiempo a realizarlas adecuadamente.

– Ocupación de la empresa. Supone el encierro indefinido de la plantilla en las instalaciones de la empresa a la par que se genera una movilización obrera y popular de apoyo a la plantilla en lucha. Esta herramienta implica un grado de organización muy alto, tanto logístico (aprovisionarse de todo lo necesario para resistir) como de cohesión de la plantilla. En determinados casos, la ocupación puede implicar huelgas de hambre como medio para incrementar la presión sobre la empresa, si bien estas últimas requieren una estricta planificación en los tiempos que impida que juegue en contra del mantenimiento de la propia lucha.

– Bloqueo de esquiroles. El esquirol puede ser o bien un compañero con un nivel de conciencia bajo, con mucho miedo o en una muy mala situación económica, o bien un elemento reaccionario o servil al patrón. Con los primeros debemos actuar de manera pedagógica, demostrando que la fuerza de la unidad le respalda y que la solidaridad de la clase obrera puede ayudar a paliar las necesidades de su hogar, siempre y cuando se adhiera a las movilizaciones. Así sumaremos compañeros a la lucha; mientras que si los confrontamos activamente, los alejaremos de nosotros. En cualquier caso, no se les puede permitir romper la unidad de la acción en curso. Con los segundos no cabe negociación; se trata, entonces, de utilizar, en el grado adecuado, aquellos medios que figuran en el acervo de la lucha obrera y que estamos en el deber de conocer para ponerlos a disposición del conjunto de la clase obrera en lucha.

– Cajas de resistencia. Se trata de una herramienta defensiva para afrontar la represión en el marco de la lucha, ya sean sanciones de la empresa, multas y procesos judiciales del Estado o despidos. Las cajas de resistencia deben organizarse de manera previa al conflicto y en ausencia del mismo, de manera que cuando este llegue la plantilla cuente con un importe acumulado lo suficientemente amplio como para resistir los envites que vengan.

Estas son algunas de las herramientas de lucha que podemos utilizar en el marco de la acción sindical, pero no son las únicas. Tampoco deben entenderse como compartimentos estancos, sino que pueden combinarse de múltiples maneras.

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