El 30 de mayo se firmó el nuevo convenio colectivo del contact center por parte de los sindicatos mayoritarios CCOO – UGT y la patronal de nuestro sector. La firma supone lo de siempre: no avanzamos en nuestras conquistas laborales y seguimos siendo “legalmente” esclavizados y oprimidos en unos de los sectores más precarizados del avance en las mejoras de las condiciones de trabajo ni recoge las reivindicaciones principales por las que se secundaron mayoritariamente los paros parciales y las huelgas generales. Una firma que no deja de ser una nueva traición de la aristocracia obrera y los cuadros burocráticos de los llamados sindicatos más representativos contra la clase trabajadora; traición que rápidamente ha sido denunciada por otros sindicatos con presencia en el sector del telemarketing como la CGT, USO, SAT y SOA y que supone, de hecho, desmoralizar y desmotivar nuevamente a la plantilla frente a futuras luchas por conquistas sociales y laborales.
El guión ha estado escrito desde el principio. Conforme avanzaban las reuniones con la patronal, tanto CCOO como UGT publicaban y pregonaban comunicados en los que presentaban la situación de negociación como muy tensa, alarmando sobre la posibilidad de perder todos los derechos ya adquiridos en el actual convenio y presentando la postura de la patronal como totalmente desproporcionada por intransigente. La patronal asumía el papel de malo en la película y los sindicatos mayoritarios eran los buenos que intentaban por todos los medios que no perdiéramos, por lo menos, los derechos ya consagrados en el actual convenio. El desenlace estaba claro y es lo que ha sucedido: quedarse como estamos es un éxito. Y no lo es; quedarse como estamos supone una nueva derrota, un fracaso de primer nivel porque significa que los/las trabajadores/as del contact center no hemos sido capaces de lograr lo que otros colectivos y sectores consiguen cuando utilizan adecuadamente las herramientas de luchas y depositan sus fuerzas en dignos representantes de la clase trabajadora.
En estos días nos llenan de comunicados anunciando a bombo y platillo que el día 15 de junio nos van a pagar los atrasos. En el caso de una o un teleoperador especialista a 39 horas nos van a ingresar 92,40 €. ¿Sabéisqué significa esta cantidad? Que como han aceptado que no nos paguen ninguna subida por los años 2015/2016, prorrateada la cantidad, supone un “espectacular” aumento de 0,02 € la hora. Considerarán algunos/as que es una victoria esto de que necesitemos más de 19 horas de trabajo para poder reunir los 0,35 € para el café de la máquina.
¿Y qué supone que se haya firmado una subida salarial del 1,6% para este año 2017? Pues que nos subirán la hora de trabajo aproximadamente 0,11 € -siendo las cantidades en bruto-.
Estas cantidades son de vergüenza si las comparamos con los beneficios obtenidos por las empresas del sector en estos años, su volumen de negocios creció exponencialmente. ¿Y quién genera esta riqueza? Las y los trabajadores que tenemos unos salarios de subsistencia y unas condiciones de trabajo deplorables con jornadas reducidas, turnos partidos o fuera de banda que impiden conciliar la vida laboral y familiar, el temor constante a ser despedido por no llegar a tal o cual objetivo, ser contratado por ETT y verte doblemente explotado, y un largo etcétera…
Las razones por las que las cúpulas de CCOO y UGT firman este acuerdo tan devastador para la plantilla del contact center están claras: obtienen nuevas prebendas sindicales puesto que, entre otras, para la correcta administración y gobierno del presente convenio a través de las comisiones paritarias sectoriales y observatorio sectorial establecidos, y el desarrollo del trabajo de los mismos, esas organizaciones firmantes del convenio tendrán derecho a disponer del volumen de horas correspondientes a 18 personas liberadas, con carácter nominativo, 10 asignadas a CCOO y 8 a UGT, conforme a la representación acreditada en la negociación de ese convenio e impiden que tome impulso la lucha organizada de la plantilla del contact center en sindicatos como CGT, SAT y SOA, cuyas huelgas en solitario del 26 de enero y 17 de marzo fueron un rotundo éxito y supusieron un peligro a la hegemonía conciliadora y de paz social de CCOO y UGT con la patronal del sector.
Desde el SAT hacemos un llamamiento a la plantilla a no cejar en la lucha por nuestros derechos, a no caer en la desmoralización, a no seguir manteniendo como sindicatos más representativos a organizaciones sindicales cuyas cúpulas burocratizadas solamente pactan en beneficio propio. Hacemos igualmente un llamamiento a las y los delegados de CCOO y UGT que están en contra también de lo que sus cúpulas pactan para que lo denuncien públicamente, para que depuren a sus sindicatos de “vividores del cuento”, de liberados que nunca vienen a sus puestos de trabajo, de los que firman convenios del contact center sin jamás haber cogido una llamada…Estar afiliada o afiliado a un sindicato, ser delegada o delegado de un sindicato no significa aceptar todo lo que la estructura del sindicato haga cuando se tiene conciencia de que lo que hace esa estructura está en contra de los intereses y derechos de la clase trabajadora que dice representar. El silencio nos vuelve cómplices.
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